Nuestros jamones ibéricos, nuestras paletas ibéricas, nuestros embutidos ibéricos y mucho más

En LOLO, nos abastecemos exclusivamente de los mejores productores y ganaderos de Salamanca para ofrecerte un producto español de excepción. Nuestro jamón ibérico de bellota, que también es jamón Pata Negra (como ya mencionamos en otro artículo), procede de cerdos de pura raza ibérica, criados en la tradicional dehesa salmantina, ecosistema típico de la península ibérica.

Nuestras paletas y jamones obtienen su carácter de la alimentación con bellotas durante la montanera, un período crucial que permite a la carne desarrollar ese sabor único. Procedentes del cerdo ibérico de bellota, nuestros cerdos ibéricos recorren la dehesa una media de 10 km al día para comer entre 8 y 10 kg de bellotas. Después, nuestras piezas disfrutan de una curación larga, de 44 a 48 meses para nuestros jamones 100 % ibéricos, muy por encima de los estándares habituales, lo que favorece la formación de cristales de tirosina y una textura fundente tan característica.

Este enfoque artesanal y nuestra exigencia de calidad convierten cada jamón LOLO en una pieza de excepción, a menudo considerada como el mejor jamón del mundo (no necesariamente el nuestro; no tenemos esa pretensión, sino los productos que siguen estos procesos tradicionales), el culmen de la gastronomía ibérica y de la charcutería en España.

Es esta atención al detalle la que nos permite ofrecerte el mejor jamón posible, digno de la tradición secular de la charcutería en España.

💡A saber: para los profesionales, también contamos con una oferta en la que podrás encontrar nuestros productos en diferentes formatos; por ejemplo, un verdadero jamón entero, como los que ves en esta página, pero deshuesado para facilitarte el trabajo.

Más allá del jamón español clásico, LOLO te ofrece una gama completa de especialidades ibéricas. Nuestras paletas ibéricas constituyen una excelente alternativa: más pequeñas, se consumen más rápido manteniendo ese sabor auténtico de la raza ibérica. También seleccionamos otras piezas de charcutería ibérica como el chorizo y el lomo, todas procedentes de los mismos cerdos de excepción.

Estos productos permiten montar tablas completas y descubrir toda la riqueza de la tradición chacinera española. Cada producto cuenta con el mismo nivel de exigencia en la selección: productores y ganaderos de confianza, trazabilidad completa y respeto por los métodos tradicionales.

Esta diversidad nos permite responder a todos los presupuestos y a todas las ocasiones, desde el aperitivo hasta las grandes recepciones, manteniendo siempre nuestro estándar de calidad impecable.

¡La transparencia forma parte del ADN de LOLO! Cada producto, como el jamón ibérico de nuestra selección cuenta con una trazabilidad completa: conocemos al ganadero, la parcela donde han vivido los cerdos, su alimentación exacta y las condiciones de curación.

Nuestros productores y ganaderos colaboradores se seleccionan tras numerosas visitas de campo en la región de Salamanca. Priorizamos las explotaciones familiares que perpetúan tradiciones centenarias. Cada jamón porta las certificaciones oficiales y está sujeto a los controles correspondientes. Pero más allá de las certificaciones, es nuestro compromiso personal lo que marca la diferencia. Catamos cada lote, verificamos el aspecto visual y la textura de cada pieza.

Este enfoque artesanal nos permite garantizarte una calidad constante, lote tras lote. Esta exigencia nos distingue de los importadores clásicos y convierte a LOLO en tu especialista de confianza en jamón ibérico auténtico.

El jamón ibérico ocupa un lugar único en el panteón de la gastronomía mundial. Esta reputación excepcional se explica por varios siglos de perfeccionamiento. A diferencia de otros jamones europeos, el jamón español ibérico se beneficia de un terruño único: la dehesa, ese ecosistema mediterráneo donde conviven encinas, pastos y animales. La raza ibérica, endémica de la península, posee la extraordinaria capacidad genética de infiltrar el músculo con grasa intramuscular.

En LOLO observamos esta diferencia cada día: donde un Parma italiano desarrolla su sabor mediante la sal y la curación, nuestro jamón de bellota o jamón Pata Negra obtiene su complejidad de la alimentación con bellotas y de esta genética milenaria.

Los grandes chefs con estrellas de todo el mundo buscan específicamente nuestros productos españoles por su capacidad única de fundirse en boca mientras liberan aromas de complejidad inigualable. Este reconocimiento internacional explica por qué el mejor jamón ibérico puede alcanzar precios comparables a los de los grandes vinos.

La raza ibérica se diferencia por una fuerte infiltración de grasa y un perfil rico en ácido oleico. Diversos trabajos científicos describen al Ibérico como un “modelo de calidad” por su veteado y su composición en ácidos grasos, superiores a las de líneas llamadas “blancas”, a menudo criadas de forma intensiva, aunque existen productores con una filosofía más cercana a la cría del Ibérico. Este modo de cría y una alimentación de calidad explican la jugosidad, la ternura y el sabor único de estos productos.

Volvamos a los cerdos: la alimentación con bellotas durante la montanera refuerza estos marcadores lipídicos, señas de identidad de los jamones de bellota. Estas diferencias se expresan plenamente tras meses de curación. En cuanto a las menciones, la ley protege los términos: “jamón Pata Negra” y jamón de bellota 100 % ibérico, que, como explicamos en detalle en nuestra web, designan el mismo producto (precinto negro), mientras que los demás colores reflejan una alimentación y una genética distintas, por ejemplo el 50 % ibérico de cebo de campo.

En LOLO, recomendamos elegir según la ocasión y tus necesidades: por ejemplo, jamón ibérico al vacío, en lonchas o entero para un evento espontáneo, y una pieza entera para una reunión como las fiestas navideñas. El envasado al vacío es ideal por almacenamiento y facilidad de servicio; sin embargo, el corte al momento mantiene unas cualidades insuperables. Además, es importante saber lo que esperas en cuanto a categoría del producto (% de raza ibérica, alimentación, etc.) así como el precio por kg.

El ascenso del jamón ibérico en la escena gastronómica internacional es reciente, pero fulgurante. Hasta la década de 1990, este producto español se consumía casi exclusivamente a nivel local.

La revolución comenzó con la aparición de la nueva cocina española, liderada por chefs como Ferran Adrià, que pusieron en valor estos productos tradicionales. El jamón Pata Negra conquistó por su carácter y su sabor único: ningún otro jamón en el mundo posee esa textura fundente y esos aromas a avellana desarrollados gracias a la alimentación con bellotas.

La crítica gastronómica entendió rápidamente que estaba ante uno de los mejores jamones existentes. Este reconocimiento se amplificó con el auge del turismo gastronómico en España y la difusión de la charcutería ibérica.

Hoy, tener en casa un auténtico jamón ibérico de bellota se ha convertido en un símbolo de refinamiento culinario, al mismo nivel que un gran vino de Burdeos o un champán de añada.